Menudo hostión cerebral el que me han dado estos suecos Immaculate. Éste es su segundo disco y patea culos y escrotos a partes iguales.
Es un grupo de thrash ultra técnico y alocado, pero para nada retorcidos o indigestos, al contrario, usan sus increíbles destrezas al servicio de la tralla y del romper cuellos.
La avalancha de riffs afiladísimos hace que necesites un collarín tras su escucha.
El cantante bien podría currarse melodías vocales más adictivas, el tipo simplemente se dedica a soltar las frases a toda velocidad y chillar a lo Agent Steel. Pero eso da igual, porque aquí quienes parten el bacalao son las guitarras como ya he dicho.
Madre mía. Su técnica y locura a la hora de tocar pueden recordar, salvando las distancias, a gente nueva como los americanos Children o los ingleses Fatality.
Incluyen una versión del Apparition de Fates Warning, aunque me quedo con la que hicieron Steel Prophet en su día.
reservado
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